Las empresas cannábicas no pueden calificar para recibir ayuda porque el gobierno federal todavía considera que sus productos son totalmente ilegales.
El principal problema es la incapacidad para obtener préstamos en los bancos. Estos temen violar la ley federal al hacer negocios con negocios cannábicos.
Estos negocios ni siquiera pueden tomar las deducciones de impuestos federales por gastos como lo hacen otras empresas, aunque ellos también paguen impuestos, debido a la clasificación federal del cannabis.
Es muy simple ninguno de los dispensarios en los 34 estados que han legalizado la marihuana medicinal o recreativa, puede calificar para la asistencia porque el gobierno federal todavía considera que su producto es ilegal.
Esto ha requerido que la mayoría de los dispensarios reduzcan el personal hasta un 50% e incluso algunos han tenido que pedir reducción temporal en el alquiler para poder sobrevivir al Covid-19.
Esta pandemia solo sumará más obstáculos para las luchas ya existentes de las pequeñas empresas de cannabis.
Probablemente la única salida para los emprendedores de pequeñas empresas cannábicas será buscar ser adquiridas por compañías más grandes.
